Ya no me quedan ases en la manga

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No se te vaya a ocurrir culparme. Me dejaste sola y esperaste que me quedara así. Lamento no haber podido hecho nada por ti. Yo te di mi mano y tú decidiste no tomarla. Ahora no me queda nada mas que desearte que te vaya bien y pedir no volver a encontrarte. Te agradezco todo lo que por mi hiciste, que no fue mucho, pero fue suficiente. Te quise en demasía y no me arrepiento. Fuimos de esas historias de capítulo único y ahora se ha terminado. Y es que si parece muy bueno para ser verdad, probablemente lo es. No fuimos excepción a esa regla… nunca procuramos serlo.

Agosto 12

En un día como hoy, hace exactamente un año, pasó algo que cambiaría mi vida para siempre. No tengo ánimos para entrar en mucho detalle pero puedo decir que, hace exactamente un año, me devolvieron las ganas de vivir y el deseo de soñar. Me faltaba vida, experiencia. Algo real que contar. Mi contador se volvió a cero. Claro que mucho del deseo inicial lo he perdido en el camino. Pero no me corrijas si me equivoco, me gusta equivocarme. Todo lo ocurrido este año me inspira melancolía y deseos de embriagarme de recuerdos. Pero todo esto hoy llega a su fin. Es un ciclo y causalmente hoy termina y vuelve a comenzar de nuevo. Me ha sorprendido hoy el sonido de mi propia risa y he descubierto que sigo teniendo fé en mí. Y esto me hace pensar que… tal vez no todo está perdido.

palabras que no escucharas

Decir adiós es complejo
Decir nos vemos sería hipócrita
Decir hasta luego suena más apropiado
Pero creo que me podría perder en la inmensidad del luego
No hay medida que cuantifique el tamaño de un luego
Podrían ser unas cuantas horas
O ser tan largo como el olvido
No prometo soñar contigo
No espero estar pensante en tu mente
Solo espero nunca olvidarte
Porque decir adiós es tan amargo como el olvido 
MF.M.


Esto es algo que escribió mi queridisima amiga Maria en su blog. Me ha encantado y queria compartirlo con ustedes, pues sé que lo disfrutarán tanto como yo.

En sus marcas, listos, fuera...

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Y sí, no te miento: ya no es lo mismo. Y es que he cambiado y has cambiado. Y para bien o para mal seguimos juntos. Más para mal se me ocurre, sin ánimos de ofender. Hasta parece que has olvidado como querer, que has olvidado como cuidar. A veces me canso, no te miento. Y no me faltan ganas para decirte "Oublie moi", una palmadita en la espalda y hasta nunca. Pero yo si creo en ti y en esa capacidad que tienes para sacarte de tus hoyos negros emocionales. Así comienza otro día y como siempre no cambia nada... y poquitito a poco pierdo la esperanza de que esto pueda mejorar. Y bien me lo dijiste tú, cariño mío: "Si vas a correr, hazlo ahora".

sensación de abismo

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Estática, mala señal y lluvia. Mucha soledad, camas frías y más soledad. Me duermo y despierto y nada ha cambiado. La pesadilla no termina al despertar, nunca es así. Me duele el pecho y me arden los ojos. Una ducha, tráfico y café sin azúcar. Un día llorando cuando te das la vuelta y últimamente solo veo tu espalda. No me ayudas y dudo de ti. Una y otra vez: dudo de ti. Dudo de ese amor que dices tenerme. Vuelvo a casa, hago comida y vuelve el dolor antes de siquiera comenzar a comer. Dudo de ti, de tu amor. No lo veo, no lo siento. Desconozco el "Te amo" que sale de tu boca. Desconozco también la alegría que veo en mi cara en esas fotografías que cuelgan de ciertas paredes de mi casa. Me pregunto si también yo fingía una sonrisa cuando las tomaron. Ensayo mis miradas tiernas frente al espejo y después rompo en llanto. Frío, lluvia y una sabana que me queda grande. Me duermo sabiendo que mañana será igual.

+they only want you when you are seventeen. when you're twenty one, you're not fun+

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¿Será que este otoño traerá consigo el nuestro? Seguido por nuestro invierno y días que nacerán muertos, lejos de ti. Tal vez en otra ciudad, otro país o quizás aquí mismo. Solía pensar que mi adiós, en parte, seguiría siendo tuyo. Pero me voy y no siento ni el frio de la lluvia cayendo sobre mi cabeza y empapandome completa. Me voy y no me detienes. También solía pensar que me pedirías que me quedara... pero no lo has hecho. No has ni parpadeado, hasta se escucho tu portazo antes que el mío.