jueves, 12 de agosto de 2010

Agosto 12


En un día como hoy, hace exactamente un año, pasó algo que cambiaría mi vida para siempre. No tengo ánimos para entrar en mucho detalle pero puedo decir que, hace exactamente un año, me devolvieron las ganas de vivir y el deseo de soñar. Me faltaba vida, experiencia. Algo real que contar. Mi contador se volvió a cero. Claro que mucho del deseo inicial lo he perdido en el camino. Pero no me corrijas si me equivoco, me gusta equivocarme. Todo lo ocurrido este año me inspira melancolía y deseos de embriagarme de recuerdos. Pero todo esto hoy llega a su fin. Es un ciclo y causalmente hoy termina y vuelve a comenzar de nuevo. Me ha sorprendido hoy el sonido de mi propia risa y he descubierto que sigo teniendo fé en mí. Y esto me hace pensar que… tal vez no todo está perdido.

No hay comentarios: