Y no, amor mío,
no es un sueño.
Tampoco una burbuja,
como sueles llamarle.
Simplemente es nuestra realidad.
Eres mi realidad y yo soy la tuya,
aunque no encaje con la de los demás.
¿Y que si ellos dicen que no es posible,
que alguien como tú y alguien como yo
estén juntos?
¿Acaso ellos sienten el corazón hinchado
con solo escuchar tu voz?
¿Acaso a ellos les acelera el pulso
el mencionar de tu nombre?
¿Se sonrojan cuando dices el mío?
¿No?
¿Y entonces quienes son para juzgar?
Y cómodamente vienen
con su hipócrita costumbre
de juzgar sin conocer.
Que lo que nos separa en realidad
es un paso,
no lo que dicen y dirán.
Siento que mi corazón está seguro contigo.
Eres ya parte de mí.
Con eso,
solo con eso,
les bajo el volumen
y que digan lo que quieran.
M.E.
sábado, 24 de abril de 2010
sábado, 10 de abril de 2010
i
No.
Y si me lo preguntas otra vez:
no.
No te mereces ni la mitad de lo que te doy,
ni la mitad...
M.E.
Y si me lo preguntas otra vez:
no.
No te mereces ni la mitad de lo que te doy,
ni la mitad...
M.E.
sábado, 13 de febrero de 2010
VII
Mírame a los ojos.
Cuando no confíes en mis palabras:
mírame a los ojos.
Ellos no te pueden mentir,
hablan sin control.
Dicen cosas que no puedo ni pronunciar.
Mírame a los ojos.
Busca en ellos la confirmación
de todos aquellos sonidos
de los que no te fías.
Mírame a los ojos.
Y si no te dicen lo mismo que mi boca,
cierrame los labios.
M.E.
Cuando no confíes en mis palabras:
mírame a los ojos.
Ellos no te pueden mentir,
hablan sin control.
Dicen cosas que no puedo ni pronunciar.
Mírame a los ojos.
Busca en ellos la confirmación
de todos aquellos sonidos
de los que no te fías.
Mírame a los ojos.
Y si no te dicen lo mismo que mi boca,
cierrame los labios.
M.E.
VI
Tú ya eres la persona que serás toda la vida.
Yo no sé ni quién seré mañana.
Me has conocido cuando me he comenzado a formar.
Yo aún no soy yo.
Y por eso no me conoces como yo a ti.
Contigo he dado mis primeros pasos.
No pude haber pedido mejor compañía.
No sé que he sido yo para ti,
pero tú para mi has sido vida.
Has sido una mirada al mundo con otros ojos.
Y ahora todos los colores son
como fuegos artificiales.
M.E.
Yo no sé ni quién seré mañana.
Me has conocido cuando me he comenzado a formar.
Yo aún no soy yo.
Y por eso no me conoces como yo a ti.
Contigo he dado mis primeros pasos.
No pude haber pedido mejor compañía.
No sé que he sido yo para ti,
pero tú para mi has sido vida.
Has sido una mirada al mundo con otros ojos.
Y ahora todos los colores son
como fuegos artificiales.
M.E.
V
Dices más con tus silencios
que con tus palabras.
Susurras al hablar
y me quejo de no entenderte.
Palabras quedan en el aire.
Guindadas, olvidadas.
Tienes demasiado cuidado al hablar
y te molesta repetir lo dicho.
Siempre me quedo con ganas de escuchar
todo aquello que dijiste y no dijiste.
Pero aún cuando se escapa de mi oído
no se escapa de mi entendimiento;
y entiendo más a tus suspiros
que a tus verbos.
M.E.
que con tus palabras.
Susurras al hablar
y me quejo de no entenderte.
Palabras quedan en el aire.
Guindadas, olvidadas.
Tienes demasiado cuidado al hablar
y te molesta repetir lo dicho.
Siempre me quedo con ganas de escuchar
todo aquello que dijiste y no dijiste.
Pero aún cuando se escapa de mi oído
no se escapa de mi entendimiento;
y entiendo más a tus suspiros
que a tus verbos.
M.E.
martes, 9 de febrero de 2010
“¿Desde dónde escribo? Escribo desde lo que soy, de lo que desconozco y no comprendo, desde lo que me afecta, es decir, desde lo que me rehace. Escribo para reconocer los desconocimientos que están ahí y ante los que no quisiera permanecer ciego. Escribo para imponerme cierta lucidez, para negarme al desconcierto.”
-Tomás Eloy Martínez
domingo, 31 de enero de 2010
IV
Hay ratos en los que te pienso y te repienso.
Y quiero abrazarte y darte pequeños besos.
Robarte tus chocolates.
Tomar de tu café.
Sentirme rodeada por tus brazos y respirarte.
Si, así como me enseñaste.
Te amo. Te siento y me das aliento.
Lo del positivismo que sugeriste,
te cuento que me va muy bien.
No soy un rayo de sol todo el tiempo,
pero ayuda a que el dolor duela menos.
A que el tiempo pase más lento.
A que pueda respirar más profundo.
Ahora entiendo un poco más
el por qué de como eres.
La gente buena,
si se se piensa en ello,
ha sido siempre gente alegre.
M.E.
Y quiero abrazarte y darte pequeños besos.
Robarte tus chocolates.
Tomar de tu café.
Sentirme rodeada por tus brazos y respirarte.
Si, así como me enseñaste.
Te amo. Te siento y me das aliento.
Lo del positivismo que sugeriste,
te cuento que me va muy bien.
No soy un rayo de sol todo el tiempo,
pero ayuda a que el dolor duela menos.
A que el tiempo pase más lento.
A que pueda respirar más profundo.
Ahora entiendo un poco más
el por qué de como eres.
La gente buena,
si se se piensa en ello,
ha sido siempre gente alegre.
M.E.
jueves, 28 de enero de 2010
III
Quiero que no me faltes nunca.
Yo sé que tal vez tú puedas vivir sin mí.
Y aún cuando yo también podría vivir sin ti, no quiero.
Ese salto en la oscuridad.
De tenerte a no tenerte más en mi vida.
Me da miedo, me da terror.
Saber que si te necesito ahora, tú vendrías.
Me hace sentir segura, querida.
Pero, ¿y cuando ya no?
¿Cuándo marque tu número y después tenga que colgar?
Pueda que ni siquiera me contestes.
Me da miedo, me da pavor.
Me invade el pánico saber que un día
ya no estarás mas para mí.
Mentiría si te dijera que terminaremos en buenos términos.
Nunca podremos ser menos que esto que somos.
Y lo somos todo:
somos bien y mal,
negro y blanco,
agua de rio y agua de mar.
Lo somos todo y nada a la vez.
¿Y cuando ya no?
¿Cuándo no seamos nada?
Tengo miedo, a lo sucesivo...
M.E.
domingo, 24 de enero de 2010
II
Me resisto a irme de tu lado.
Que traigan un cuchillo porque me amarré a la silla.
A la puerta le puse un candado y una silla enfrente.
A los que vienen, con un grito seco los mando de paseo.
Me resisto a irme de tu lado.
No quiero que me abracen otros brazos.
Ni que otras bocas digan mi nombre de la manera en la que tú lo dices.
No quiero que nadie más me mire a los ojos y me vea.
Me resisto a irme de tu lado.
Aunque todos me abandonen y me quede solo contigo.
No necesito (y sé que miento), nada mas.
M.E.
Que traigan un cuchillo porque me amarré a la silla.
A la puerta le puse un candado y una silla enfrente.
A los que vienen, con un grito seco los mando de paseo.
Me resisto a irme de tu lado.
No quiero que me abracen otros brazos.
Ni que otras bocas digan mi nombre de la manera en la que tú lo dices.
No quiero que nadie más me mire a los ojos y me vea.
Me resisto a irme de tu lado.
Aunque todos me abandonen y me quede solo contigo.
No necesito (y sé que miento), nada mas.
M.E.
miércoles, 13 de enero de 2010
I
No todos los dias que estamos juntos son iguales.
A veces son buenos y a veces son malos.
Los malos duelen.
Y me muerdo los labios para no decir que tanto.
Siento que mis adentros se derriten,
que desvanezco y no soy nada.
Pero cuando son buenos borran,
borran todos los antecedentes de aquellas lágrimas.
De la humedad entre mi cara y mi almohada,
del vacio que sientí en el pecho,
de esa frialdad que me congelaba.
He decidido deshacerme de esos momentos malos.
Malditos instantes que trataban de despedazar mi corazón,
y yo luchaba arduamente para mantenerlo en una sola pieza
para despues no darte solo un pedazo,
porque te lo quiero dar todo.
Aunque lo quiebres.
Aunque lo guardes en la nevera,
en la despensa, en el ropero.
Aunque a las heridas aún abiertas quieras echarles sal.
Aún así te lo doy.
M.E.
A veces son buenos y a veces son malos.
Los malos duelen.
Y me muerdo los labios para no decir que tanto.
Siento que mis adentros se derriten,
que desvanezco y no soy nada.
Pero cuando son buenos borran,
borran todos los antecedentes de aquellas lágrimas.
De la humedad entre mi cara y mi almohada,
del vacio que sientí en el pecho,
de esa frialdad que me congelaba.
He decidido deshacerme de esos momentos malos.
Malditos instantes que trataban de despedazar mi corazón,
y yo luchaba arduamente para mantenerlo en una sola pieza
para despues no darte solo un pedazo,
porque te lo quiero dar todo.
Aunque lo quiebres.
Aunque lo guardes en la nevera,
en la despensa, en el ropero.
Aunque a las heridas aún abiertas quieras echarles sal.
Aún así te lo doy.
M.E.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)