domingo, 31 de enero de 2010

IV

Hay ratos en los que te pienso y te repienso.
Y quiero abrazarte y darte pequeños besos.
Robarte tus chocolates.
Tomar de tu café.
Sentirme rodeada por tus brazos y respirarte.
Si, así como me enseñaste.
Te amo. Te siento y me das aliento.
Lo del positivismo que sugeriste,
te cuento que me va muy bien.
No soy un rayo de sol todo el tiempo,
pero ayuda a que el dolor duela menos.
A que el tiempo pase más lento.
A que pueda respirar más profundo.
Ahora entiendo un poco más
el por qué de como eres.
La gente buena,
si se se piensa en ello,
ha sido siempre gente alegre.


M.E.

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